Es una pregunta que muchos nos hacemos… “qué come un dietista registrado”.  Cuando ella es un nutricionista, la pregunta y respuesta anticipada, puede ser mucho más intrigante. Yo soy esa ella, una persona que pasa la mayor parte de sus horas dando consejos sobre vegetales y advirtiendo sobre todos esos viles carbohidratos refinados.  ¿Así que, en qué consiste mi dieta?  

Para preparar mi respuesta, notaré que, en mi opinión, hay dos tipos de personalidades para los nutricionistas. Un grupo se deleita en el preciso conteo de carbohidratos y calorías, calculando la necesidad de nutrientes y recetando programas de dietas exactos.  Yo tengo un poco de ellos en mí… (Admito, siempre he amado correr en una cinta o caminadora por esa razón – controlar mi inclinación y velocidad con un sentimiento de lo «definitivo».) El otro grupo ama la comida – toda la comida (quizá mucho, a veces) y se hicieron nutricionistas por el deseo de moderar la dieta para la salud. Yo soy mucha parte de este segundo grupo y mi carrera se ha enfocado en cómo comer deliciosamente, intentando tener un control sobre algunas de mis tendencias menos saludables (pero no todas).

Siempre he pensado que la mejor dieta es una receta muy individual y es el acto del balance entre ideales alimenticios y calidad de vida. Debido a que los científicos e investigadores médicos aún no han determinado la receta de dieta exacta para la óptima salud humana, hay mucho debate aún sobre este tema. Por lo tanto, determinar una dieta personal toma una combinación de filtrar todos los mensajes que se nos dan en cuanto a salud, bienestar, longevidad, ejercicio y decidir lo que usted cree que es más probable y combinar eso con lo que ha observado sobre ciertos alimentos que afectan su peso, humor, niveles energéticos y desempeño global. La variable de calidad de vida en esta ecuación se trata sobre vivir completamente y sin sentirse privado de algo. Para la mayoría de nosotros, lo que comemos y a quién nos comemos juega un papel importante en nuestra calidad de vida.

Personalmente, yo encuentro que funciono mejor con alguna combinación de dietas mediterráneas y basada en plantas. Esto significa una dieta rica en vegetales y frutas bajos en almidón, una ingesta de grasas basadas en plantas (aceite de oliva, nueces, semillas, etc.), cantidades limitadas de proteína animal (primordialmente huevos y pescado), yogur, queso aquí y allá con una ingesta limitada de alimentos con almidón. Esto es fácil para mí de respetar durante la semana, cuando el desempeño en el trabajo es una prioridad y tengo menos excusas para indulgencias. Mi esposo suele trabajar largas horas, así que usualmente preparo algo ligero para las cenas durante la semana, teniendo un almuerzo más sustancial.  Los fines de semana son diferentes… Cuando el reloj marca las cinco un Viernes, podría correr a cenar con mi esposo, ansío tener un desayuno con amigos y deliciosas cosas para cocinar en mi tiempo libre. Para el Domingo por la noche estoy lista para reducir esas cosas y generalmente preparo una comida saludable para reiniciar la semana.

Un día de semana típico puede parecer algo así:

• Me levanto y tomo 2 tazas de agua y 2 tazas de café con leche de nueces (ver abajo).
• Hago ejercicio.
• Como un manojo de almendras o algo para merendar durante el camino al trabajo.
• Desayuno «en el escritorio» que es comúnmente llevar mi yogur al trabajo, con parfait de arándanos negros (ver abajo).
• Trocitos de zanahoria entre desayuno y almuerzo.
• Si no estoy lo suficientemente organizada para traer almuerzo de casa (me pasa más a menudo actualmente), generalmente como una ensalada griega y un trozo de salmón de una tienda de alimentos preparados cerca de mi oficina.
• Toronja en la tarde para aguantar hasta la cena.
• Las cenas varían tremendamente. Últimamente, me gustan los nuevos huevos frito-revueltos conocidos como «frambles». Un “Framble” es un término de Bon Appetit que parece algo entre un huevo frito y huevos revueltos. Amo los cebollines salteados, antes de romper un huevo sobre ellos, los sofrío por unos minutos, luego mezclo todo. Las claras crujientes con yemas suaves son divinas. También puede que coma unas rebanadas de aguacate como acompañante y/o una rebanada de pan tostado.
• Busco algo dulce para finalmente terminar el día, como unos higos secos o un trozo de chocolate.

Un Sábado puede ser así: 

• Me levanto, tomo agua y café.
• Hago yoga.
• Como un antojito horneado (magdalena, bolos, etc.), para aguantar hasta el desayuno tardío.
• Me encuentro con mi esposo o amigos. Últimamente nos gustan los sándwiches a la parrilla de la tienda de quesos del vecindario. Mi favorito suena más saludable de lo que es: una deliciosa combinación de pan con granos, aguacate, col marchita y queso de cabra, presionado con mantequilla a la parrilla.
• Ceno afuera. Probamos un restaurante nuevo o visitamos uno favorito y todo está en el menú. Amamos comer.

Mientras que este estilo de alimentación puede no ser apropiado para todos, el balanceo del día de semana/fin de semana, funciona para mí. Veo con ansias mis días de semana saludables, al igual que mis más indulgentes fines de semana y no siento que tengo nada prohibido. Mi dieta no es perfecta y tampoco es lo que recomiendo a otros que hagan. Sin embargo, tiene dos importantes conceptos. Primero, lo importante para este estilo de dietas es el concepto de ser considerado de cómo estructurar sus indulgencias. En lugar de comer productos horneados en mi escritorio toda la semana, prefiero ahorrarlos para cuando se pueden realmente apreciar. Ahorre lo bueno para los buenos momentos. Segundo, sólo coma comida deliciosa. A pesar de que mis días de semana tienen menos calorías y son más saludables que mis fines de semana, yo amo todos los alimentos de mis días de semana. ¿Por qué comer de otra manera?

Leche de Nueces Casera de Alex:

• 1 ½ tazas de nueces y merey sin sal (yo uso más nueces que merey)
• ¾ cucharada de canela molida
• ½ cucharada de jengibre molido
• ¼ – ½ cucharadita de sal marina
• 1 cucharada de extracto de vainilla
• 5 tazas de agua

Combine todos los ingredientes en una licuadora Vitamix** u otra poderosa (ver instrucciones para licuadoras normales abajo). Licúe a velocidad alta por alrededor de 10 minutos, hasta que la leche esté bien combinada. Almacene en un contenedor sellado, refrigerado. Esta leche se mantiene de 5 días a 1 semana. Note que la leche tiende a separarse porque no tiene emulsionante. ¡No se alarme por ello! Simplemente bátala y tómela.

** Esta receta requiere una licuadora Vitamix o de alta calidad. Si usted no tiene una, recomiendo remojar las nueces desde la noche anterior antes de mezclarlos con el agua. Luego de licuarlos bien, pase todo por un colador y exprima todo el líquido de la pulpa. Mezcle las especias, sazón y almacene en un contenedor.

Parfait de Yogur de Casa-al-Trabajo de Alex: 

• 1 taza de arándanos negros congelados
• 1 pizca de canela
• 1 pizca de jengibre molido
• 1 pizca de sal
• 1 taza de yogur griego 2%
• 1/4 taza de almendras, nueces

Rompa trozos grandes de arándanos congelados.  Combine los arándanos, canela, jengibre y sal en una jarra o contenedor sellado.  Corone con yogur y rocíe con nueces.

Los arándanos congelados mantienen el yogur frío durante el viaje.  (El parfait es mejor cuando se le come con arándanos que se han descongelado, pero cuando el yogur aún está frío).

Alexandra Rothwell es una dietista registrada, con especialización en nutrición oncológica.  Actualmente trabaja en el Mount Sinai’s Dubin Breast Center, en Nueva York, primordialmente consultando pacientes con cáncer de seno y ayudándoles con el tratamiento y supervivencia.  Anteriormente, trabajaba con pacientes con cáncer de cuello y cabeza, trasplantes de médula, cáncer de próstata, gástrico y de colon, entre otros.  Ella obtuvo su Maestría de Salud Pública del Mount Sinai’s Ichan School of Medicine y recibió su educación de nutrición de New York University. Usted puede encontrar otros escritos y recetas por Alexandra en su página web: feastofgreen.com.