Échele Sal a la Vida
Por Fiona Breslin
No cometa el error de pensar que el cuerpo humano, habiendo salido de los océanos primordiales hace millones de años, no requiere sal para estar saludable. Pero el American Institute for Cancer Research (AICR) reporta que la dieta regular americana contiene mucha más sal de la que es saludable. Las dietas altas en sal pueden aumentar el riesgo de cáncer estomacal y pueden causar alta presión arterial que puede conllevar a enfermedades cardiovasculares.
¿De dónde viene toda la sal en nuestra dieta? Si alguna vez se sintió sediento luego de comer un plato preparado del kiosco del supermercado o luego de una comida para llevar, es porque la comida rápida y preparada generalmente utiliza muchísima sal para que los platos sepan bien. Detectar cuánta sal está consumiendo no siempre es fácil. Las cantidades de sal pueden controlarse fácilmente en platos preparados en casa, pero los alimentos preparados fuera son otra historia. Hay muchos y obvios culpables — papas fritas, carnes procesadas, salami, tocino, por ejemplo — pero la sal en exceso también está en los vegetales congelados, quesos, dulces y pasteles e incluso en comidas que parecen ser sanas como cereales integrales o frijoles orgánicos enlatados.
Para estar claro en cuánto sodio está consumiendo por porción, el AICR recomienda leer detenidamente las etiquetas de información nutricional de todos los alimentos procesados. Esto puede ayudar a mantener el consumo monitoreado y a la par de las dosis diarias recomendadas de 2,300 mg de sodio o 1 cucharadita de sal al día.
Una regla sencilla para lograr ese objetivo: No coma muchos alimentos procesados, sin importar cuán buenos se vean, no compre comida para llevar, sin importar cuán conveniente sea, lea las etiquetas cuando sea posible, cocine desde cero.
Consejos de Ann
En estos días hay muchas variedades de sal a la venta, las más comunes siendo la sal de mesa, sal kosher y sal marina. La sal de mesa es sal altamente refinada con yodo que generalmente es procesada con aditivos químicos para prevenir que se pegue en condiciones húmedas. La sal Kosher es en copos y granos gruesos y menos refinada que la sal de mesa y no tiene aditivos. La sal marina viene de agua de mar evaporada y contiene minerales naturales, que pueden aumentar su valor nutricional y sabe mejor que la sal de mesa. Hay muchas variedades de sal marina, de la fina blanca a la gruesa gris y vale la pena probar todas. Pero incluso con un producto natural del mar, la sal aún es sal y debe usarse con cautela.
Consejos de Recetas
Nos gusta usar sal kosher o sal marina fina para cocinar y la más cara y gruesa sal marina gris como condimento. Siempre corrija la sazón de sus platos hacia el final del proceso. Usted siempre podrá añadir sal, pero una vez allí, es imposible retirarla. Una pizca de sal añadida a vegetales mientras los saltea para una sopa o estofado permitirá extraer sus jugos y sabor, como en nuestra Sopa de Calabaza Butternut con Aroma a Hinojo. La sal añadida para marinar carne o pescado sacará sus jugos a la salsa, así que si no quiere un pedazo de pescado a la plancha o pollo seco, sólo añada la sal justo antes de comer. Pruebe nuestro Pollo Horneado en Adobo para un ejemplo delicioso. Coloque sal en agua hirviendo para la pasta cuando prepare nuestra Pasta Picante con Col y Almendras, un plato hecho con penne integral y luego añada algunos pimientos rojos para una «patadita» extra.
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