El Menor de los Males (Dulces)

Los azúcares más crudos y menos refinados son un poco mejores para usted que las variedades altamente refinadas.

Por Fiona Breslin

Parece que no podemos vivir sin azúcar. Incluso un bebé sabe que hay una gran diferencia entre una pizca de azúcar y la espinaca. Pero el azúcar pura es muy rara en la naturaleza. Mientras que en el pasado era un artículo costoso, en estos días el azúcar y su gran variedad de sustitutos son baratos. Nos hemos acostumbrado a consumir mucho más de lo que realmente necesitamos. La mayor parte en azúcares refinados o jarabe de maíz alto en fructosa pueden crear un círculo vicioso de picos y bajas en el índice de glucosa corporal. Esto puede llevar a la hiperactividad. El exceso de endulzantes también se relaciona con otros problema médicos, incluyendo enfermedades cardiovasculares y diabetes tipo 2.

En CFYL, recomendamos utilizar todos los azúcares con cautela, sin importar si es blanca refinada o morena. Las variedades menos refinadas de azúcar son las menos dañinas. El azúcar turbinado y los crudos son los jugos cristalizados, evaporados y extraídos de la caña de azúcar – una fuente natural, y por lo tanto menos pecaminosa, de endulzante. El azúcar blanco es tan refinado que es 100% sacarosa, sin los nutrientes básicos que aún tienen los azúcares crudos. También puede utilizar miel, miel de maple, melaza o agave para endulzar alimentos, todos los cuales tienen nutrientes básicos y vitaminas.

Incluso cuando intentamos usar el azúcar con moderación, es fácil que se cuele en nuestras dietas de forma desapercibida. El azúcar y otros edulcorantes tienen una presencia muy grande en todos los alimentos procesados, desde galletas hasta guisantes congelados y kétchup. En muchos productos, el azúcar se ha reemplazado por jarabe de maíz alto en fructosa, que es dos veces más dulce que el azúcar y puede ser difícil de descomponer para el cuerpo. Recomendamos leer con detenimiento las etiquetas de información nutricional y de ingredientes para determinar cuánto azúcar está escondido en sus alimentos y cuál es realmente la fuente de la dulzura.

¿Y qué hay de esos edulcorantes artificiales de cero calorías? De acuerdo a la American Cancer Society y el National Cancer Institute, no hay evidencias de que los edulcorantes comunes en el mercado hoy en día, incluyendo el aspartame (Equal), sucralosa (Splenda), sacarina y potasio de acesulfame causan cáncer, pero pueden tener efectos negativos. Cuando su lengua prueba algo dulce, envía una señal al cerebro, aportándole que viene en camino una carga de carbohidratos. Cuando estos carbohidratos no aparecen, nuestros cuerpos se quedan esperando más. Esta no es una reacción buena para los que cuidamos nuestro peso y salud cardiovascular. ¿Cuál es la recomendación de CFYL? Utilice azúcar real, pero limite su uso y disminuya su ingesta de dulces. Si usted es diabético, los edulcorantes artificiales pueden ser una alternativa, pero consulte con su nutricionista sobre sus opciones. Las personas han ingerido azúcares naturales desde tiempos inmemoriales. Los edulcorantes artificiales son muy recientes y no tenemos manera de saber qué efectos a largo plazo puedan tener sobre nuestros cuerpos.

Consejos de Ann:

Compre azúcar morena de caña, como Florida Crystals o azúcar turbinado para uso diario para sustituir azúcares blancos refinados. Sin embargo, azúcar es azúcar, así que use en cantidades pequeñas. Considere que para tener óptima salud, todos los dulces y postres deben ser un antojo ocasional y no un hábito cotidiano.

Consejos de Recetas:

Siempre tenga cuidado con el azúcar cuando cocine. Disminuya siempre que pueda, especialmente cuando haga postres o hornee galletas y tortas. Para empezar, intente hacer tartaletas y pasteles con cortezas sin azúcar, como en nuestra receta de Pastel de Manzana. La sabrosa corteza complementa perfectamente la dulzura de las manzanas. Muchas recetas de tortas tradicionales no necesitan todo el azúcar que dicen necesitar para salir perfectas. En nuestro Pastel de Libra de Mármol, por ejemplo, encontrará que sólo un poco hace mucho.